Los mercados financieros arrancan el 2023 con ganancias en bolsas y renta fija, pero la volatilidad sigue latente.

Renta variable

Los principales índices bursátiles han arrancado el año en positivo. En Europa, el Eurostoxx ha cerrado enero con un avance del +9,7%, mientras que en Estados Unidos ha destacado especialmente la revalorización del Nasdaq 100 (+10,6%). A pesar de ser una buena noticia, estas rentabilidades deben interpretarse teniendo en cuenta el cierre negativo de los mercados tanto del mes de diciembre como del año 2022.

La coyuntura económica que ha propiciado este último buen comportamiento de los mercados se podría resumir en: señales de moderación de la inflación (sobre todo en EE.UU.), la relativa capacidad de resistencia del ciclo económico (que, si bien se debilita, parece que evita la recesión) y la reapertura de China (economía para la que se ha estado revisando al alza sus previsiones de crecimiento).

A pesar de ello, los mercados siguen muy pendientes y sensibles a las actuaciones de los bancos centrales y a los beneficios empresariales que presenten las compañías en próximos trimestres (ya que se mantiene la incertidumbre sobre la trayectoria que puedan tener por el efecto del menor crecimiento económico).

Deuda pública

Las curvas de tipos de interés han cedido durante el mes de enero, después de haber finalizado 2022 con un repunte generalizado de las mismas.

En Alemania, la rebaja de la rentabilidad del bono alemán ha sido de -5 pb en el tramo a 2 años (2,65%) y en -23 pb en el 10 años (2,31%, si bien llegó a cotizar por debajo del 2,0%). Como consecuencia, la pendiente negativa de la curva se ha intensificado (una curva negativa significa que los mercados consideran que los tipos volverán a bajar en el futuro).

En Estados Unidos, y a pesar de que el repunte no fue tan marcado en diciembre, la curva también ha cedido. La cesión de la TIR en enero ha sido de -22 pb en el tramo a 2 años (4,21%) y de -37 pb para el TNote a 10 años. La pendiente negativa de la curva de tipos también se ha incrementado en esta zona.

Las rentabilidades de los bonos de la periferia de la Unión Monetaria Económica también han caído de forma generalizada y lo han hecho de forma más intensa que en Alemania, de manera que se han reducido las primas de riesgo.

Respecto a los bancos centrales en enero no ha habido reuniones y el mercado ha estado pendiente de los mensajes. En el caso de la Reserva Federal de EEUU (Fed) las declaraciones de diferentes miembros han i dejado entrever de que la subida en la reunión de febrero sería de 25 puntos básicos.

En el caso del Banco Central Europeo (BCE) los mensajes del Consejo de Gobierno han ido más dirigidos a dar señales para la reunión de marzo, apuntando a subidas de entre 50 y 25 pb.

Nuestra valoración

Los indicios sobre la desaceleración de la inflación son una buena noticia para la estabilidad económica y, por tanto, también para los mercados. De acabar confirmándose, los bancos centrales deberían quedar satisfechos con los efectos de su política monetaria y al poco tiempo deberían anunciar el fin de las subidas de tipos (que a su vez sería también una gran noticia para el mercado de renta variable).

A pesar de ello, seguimos delante de una coyuntura económica incierta, lo que para los mercados supone una volatilidad persistente. La mejor manera de protegerse de esta situación es contar con una inversión bien diversificada y adecuada a tu perfil de riesgo, así como ser fiel al horizonte temporal planeado para cada inversión.