Mientras preparábamos la publicación del informe de mercados de julio, los activos de riesgo a nivel global nos han sorprendido y obligado a modificar nuestra atención hacia los eventos más recientes.
El Nikkei (principal índice de la Bolsa de Tokio) se ha desplomado un 12,40 % este lunes, la segunda mayor caída porcentual de su historia, arrastrado por la sorprendente subida de tipos del Banco de Japón hasta el 0,25%. A pesar de la recuperación casi en V de la última sesión, el índice acumula un retroceso del 15% en el último mes. Tal desplome contagia por supuesto al resto de mercados, pero es que además se ha desatado en los últimos días el temor a una recesión en Estados Unidos. Con todo, los índices americanos y europeos también están viviendo fuertes correcciones de entre el 5 y el 7% y su volatilidad se ha disparado.
¿Tan relevante es para el mercado una subida de tipos del Banco de Japón?
Durante varios años, el Banco de Japón (BoJ) ha mantenido los tipos de interés cercanos a 0 para combatir la deflación y reactivar el crecimiento económico. Esta política debilitó la moneda local, encareciendo las importaciones y aumentando la inflación. Con la decisión de subida de tipos, el BoJ busca frenar la caída del yen y combatir la inflación.
La clave está en que la subida de tipos ha fortalecido el yen y ha obligado a muchos inversores a deshacer sus operaciones de carry trade (operación financiera que implica endeudarse en una divisa con bajo tipo de interés para invertir en otra con la que acceder a inversiones con mayor rentabilidad esperada).
La debilidad del yen ha llevado a muchos inversores a usar esta estrategia durante estos últimos años hasta que la reciente decisión del BoJ ha reducido el diferencial entre los tipos de interés disminuyendo así el at5ractivo de estas operaciones. Los inversores temen una mayor revalorización del yen, por lo que han empezado a deshacer posiciones intercambiando sus dólares y euros por yenes. La consecuencia ha sido una espiral de revalorización del yen y una fuerte caída del mercado de valores local ya que una moneda más fuerte afectará negativamente a de las empresas niponas cuyos beneficios dependen mucho de las exportaciones.
Por tanto, el problema no ha sido la subida de tipos per se, sino la espiral de revalorización del yen provocada a raíz de la necesidad de los inversores de deshacer posiciones de carry trade.
¿Debería preocuparnos tanto la economía estadounidense?
Los temores se desataron a raíz de ciertos datos macro estadounidenses que ponen en evidencia como, por un lado, se está ralentizando la creación de empleo y, por otro, la actividad manufacturera ha entrado en una contracción más profunda.
Lejos de evidenciar una crisis económica en el país, estos datos han reubicado las expectativas de los inversores que, de manera demasiado optimista, empezaban a descontar una expansión continuada de la economía más que un aterrizaje suave de la misma.
Durante el primer semestre del año, las malas noticias económicas se han estado interpretando positivamente por los mercados porque se entendía que aceleraban las bajadas de tipos. Ahora, en cambio, se han traducido en caídas de los mercados bursátiles y ganancias en los bonos, indicando que la preocupación por la inflación ha dado paso a la preocupación por el crecimiento. A pesar de ello, un aterrizaje suave de las economías sigue reconociéndose como el escenario más probable.
Nuestra valoración
Esperamos que las caídas que estamos viendo queden en una fuerte corrección tras 12 meses de crecimiento continuado más que en un cambio de tendencia hacia un mercado bajista. SIN EMBARGO, el mercado es realmente impredecible y, en un contexto de tal volatilidad, un desate del pánico por parte de los inversores nunca se debe descartar. Además, tanto el plano geopolítico (se reavivan las tensiones en Oriente Medio y Venezuela) como la evolución de la inflación son dos riesgos latentes que debemos seguir de cerca.
Como siempre, recomendamos invertir con un horizonte temporal adecuado al riesgo de las inversiones y confiamos en una buena diversificación como herramienta clave para cuidar el patrimonio de nuestros clientes. En los últimos meses hemos aumentado la exposición a renta fija de la mayoría de las carteras y hemos animado a los clientes a establecer aportaciones mensuales a los activos de renta variable para aprovechar la volatilidad que en mayor o menor medida siempre tiene el mercado.